viernes, 8 de julio de 2011

Rutina

Le regaló un papelito en el que había escrito la palabra “rosa”, luego otro con la palabra “colgante”, y otro con “pendientes a juego”. Ella se acostumbró pronto a aquella fantasía compartida, a sus “cajas de bombones de marca cara” que no engordaban y a los “relojes de lujo” que no necesitaban pilas, y siempre esperaba con ilusión a que llegara la siguiente nota de papel. Su corazón dio un vuelco de emoción el día que recibió el “anillo de compromiso de oro y diamantes”. Pero cuando se fueron a vivir juntos, empezaron a tener dificultades y a descuidar los detalles. Comprendió que todo había terminado en su primer aniversario, cuando él le regaló una “bufanda de lana” en lugar de un “camisón de seda” porque no se lo podía permitir, porque era más práctico y porque la intención es lo que cuenta.

miércoles, 6 de julio de 2011

La estupidez del cambiante

Por qué tanto interés en aparentar ser otro? En querer cambiar por un sentimiento de culpa que no es nuestro. Es simplemente la onda expansiva del que si tiene valores.

Dejaos de máscaras. De palabras exactas. De ruido que no dice nada. Y ser tan idiotas como os sentís. Tan putas como nacisteis. Tan incontratables, caóticos, impredecibles, repetitivos, vomitivos, repugnantes, adorables o mezquinos.

Ser vosotros. Es la gracia del juego. Que no hay juego. Gana el que más se acerca a el mismo.

Si lo más cercano a ti que existe, cambia de aspecto para no quedarse fuera de lo aceptado y lo bien visto, te quedarás solo.

Que le follen al mundo. Que te acepten si quieren. Que no se entrometan en tu sentimiento. Así como no debes hacerlo tú mismo. No te cortes las alas, para después pasarte media vida renegando porque no puedes volar.

Se consecuente con los errores que te forman. Y con la virtud de conocerlos.
De quererlos. Y de tenerlos en cuenta.

Mira, esto es tan fácil como que te cojas de la mano, y te permitas llegar hasta donde quieras.

En un baile de sombras. El que se mantiene en su posición vence, y el que deja su sitio pierde.

El mundo es una olla a presión repleta de extraños seres que no tienen porque comprenderte. Ni siquiera debes importarles.

Las metas nacen con tus ilusiones. Y tus sueños no son más que el trailer de una vida por estrenar.

Vive siendo sincero.